Con muchísimo retraso, pero al fin he terminado el segundo libro del reto literario de este año. Espero aprovechar para leer más ahora que estoy de vuelta y sin trabajo ¡tengo que conseguir leerme los 13 libros!
Este segundo libro que he leído es la segunda entrega de la archiconocida trilogía de 50 sombras de Grey: 50 sombras más oscuras. No pretendo haceros un review, solo expresaros mi somera opinión en este post.
Si el primer libro me pareció bastante entretenido y, por qué no admitirlo, también bastante excitante; este segundo libro ha resultado tener una dosis de azúcar más alta de lo que esperaba y que ha hecho que me guste menos que su predecesor.
Quizás es un problema de expectativas, yo me esperaba un libro donde el amor empalagoso no tenía cabida, pero está claro que me equivocaba. A pesar de tener una alta dosis de contenido +18, el libro rezuma momentos extra azucarados por todos lados. ¿Dónde están los látigos y las cadenas? :)
Además, Ana, la protagonista, empieza a a caerme un tanto gorda con tanto dudar del pobre Grey que cambia sus antiguos vicios por una relación "vainilla" (normal y corriente) por ella... Por más que se lo demuestra, ella sigue erre que erre con sus celos y sus comidas de tarro.
En resumidas cuentas, este libro, a pesar de que tiene momentos de alto voltaje, carece de la fuerza y la chispa del anterior. Vemos a un Grey dulce y que se arrastra por el amor de Ana, un Grey que se siente perdido sin ella y que lloriquea más de lo necesario. ¿Dónde quedó el controlador, maniático y dominante Christian? ¡Que me lo devuelvan! Si quisiera leer novela pastelosa leería a Federico Moccia.