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miércoles, 28 de febrero de 2007

**ENMA**



Cuántas veces hices las maletas, cuántas veces deseé nunca más volver, pero tus mentiras y falsas caricias hacían que mi vida volviera a ser tuya una y otra vez.


Quizás haya algo que me una a tí, quizás tu madición quedó en mi piel el día que te besé por primera vez. No lo sé, lo único que puedo decir es que aunque no quiera no puedo vivir sin tí, sin tus gritos, sin tus airadas palabras, sin tus gestos desenfadados ...


Aunque te diga adios sé que no es verdad, que siempre volveré, siempre recaeré en esta enfermedad sin cura, porque si contigo no soy feliz cuando tu no estás siento que algo muere en mí, si tu no estás ¿para qué vivir?